CONFERENCIA KLIKSBERG

SOLIDARIDAD
Este ensayo trata acerca del compromiso social. La razón de haber elegido este tema es hacer conciencia sobre y para los jóvenes en cuestiones de solidaridad. En particular, el problema a tratar es el cliché de “desinteresado” con el que se etiqueta a los millennials.
Este ensayo se basa en la Conferencia Magistral del Dr. Bernardo Kliksberg, quien dio ejemplos de los avances que ha tenido la humanidad, pero también las cifras de pobreza en el mundo. Así como consejos para una vida plena. El tema principal de la conferencia fue la colaboración social que tienen los jóvenes, y que no es por obligación, sino voluntario, donde cada individuo hace a un grupo mayor de colaboradores para el bien común. También planteó su iniciativa para implementar en las escuelas una materia de ética que ayude a poner en práctica los valores de cada uno, en pro de la sociedad.
Bernardo Kliksberg, argentino, es considerado como el Padre de la Ética para el Desarrollo y también es un gran economista. Hijo de padres judíos, quienes no sufrieron las desalmadas decisiones de Hitler, ahora sigue el legado familiar religioso y la mejora de condiciones humanas. Ha fungido como asesor de la ONU, PNUD, UNISEF, FAO, UNESCO, OMS, OIT y CAF, pero también ha asesorado a gobiernos y empresas pertenecientes a más de 30 países. Tiene 5 títulos universitarios: Doctor en Ciencias Económicas y Administrativas, Licenciado en Sociología, Licenciado en Administración y Contador Público, además ha escrito 63 libros que se han traducido al inglés, francés, chino, ruso, árabe, hebreo y portugués. Los temas que ha retomado a lo largo de su gran trayectoria son la ética, reducción de desigualdades desde económicas hasta sociales. Entre sus reconocimientos se encuentran el premio Nobel de Economía Amartya Sen, Premio Fausto Sarmiento, Órden al Mérito, y doctorados como Honoris Causa por diferentes universidades alrededor de todo el mundo. Bernardo Kliksberg ha construido 80’000 viviendas para familias pobres en 19 países y cuenta con el apoyo de 400 mil jóvenes voluntarios.
Lo que me condujo a pensar sobre los jóvenes y su compromiso social es que ciertamente son catalogados con calificativos negativos para los cuáles sobresalen: desinteresado, irresponsable, individualista, peligroso; calificativos que desmienten las cifras dadas por el exponente Bernardo Kliksberg, donde uno realmente se da cuenta que los jóvenes están haciendo muchas cosas por el mundo, sin importar las diferencias sociales, religiosas, políticas o de raza, porque finalmente pertenecemos a la humanidad. Existen miles de jóvenes con la disposición de ayudar al otro sin esperar nada a cambio, que están forjados en valores y que pretenden cambiar al mundo para que exista la solidaridad. Si bien existen casos donde los apelativos negativos son ciertos, son en casos muy extremos y no se pretende juzgar a todos los jóvenes por su apariencia, sino por su bondad de corazón.
Todo lo anterior me hizo reflexionar y me cuestioné ¿cuál es el compromiso social que tiene el joven?, y de meditarlo un tiempo, estoy convencida que el compromiso social que todo joven debe asumir es la solidaridad con el prójimo, sin excepción alguna, y sobre todo voluntario. No sirve de nada ayudar a las personas si lo focalizamos como una obligación, porque entonces pierde la razón de ser. Todas las acciones que hagamos para el bien común, deben ser porque realmente queremos y tenemos la convicción de hacerlas, para cambiar a una sociedad pareciera que todo está bien, se han inventado automóviles eléctricos, existe ya un robot que es capaz de realizar cirugías con precisión y que nunca se cansará como el ser humano, pero pese a todos los avances tecnológicos, que no podemos sacarlos de nuestras vidas por lo necesarios que se han vuelto, se ha perdido la comunicación, ese mirarse a los ojos, escuchar y ser empático con la persona que tengo en frente, éticamente tenemos que hacer un progreso donde el mundo se dé cuenta de que existen problemas aún más grandes que la conexión de internet cuando falla, problemas que tienen solución si nosotros ayudamos a pararlos.
En todo el mundo mueren 16 mil niños diariamente y por razones que se pudieron haber evitado. La razón principal es la falta de alimentos, y es que lo que se recomienda para una buena alimentación es comer frutas y verduras, pero tan sólo ir al supermercado, nos damos cuenta que son los productos más caros, que una familia de escasos recursos no puede darse el lujo de comprar. La segunda razón es el tomar agua contaminada, principalmente en niños, donde tienen que caminar cerca de 6 horas para llevar un balde de agua a casa, que generalmente es agua sucia, pero se sabe que el ser humano es 85% agua, y si pasa un día sin tomarla, se deshidrata, por lo que prefieren tomar agua contaminada a morir en 3 días deshidratados. Y estas familias de extrema pobreza ni si quiera tienen un baño para hacer sus necesidades, y a lo que recurren es a sacar sus desechos al aire libre, que conlleva a epidemias masivas donde mueren miles de personas por la contaminación del aire.
A todo lo anterior, ¿Quiénes los han ayudado?, precisamente esos jóvenes “desinteresados” que la sociedad está tachando como malos. Son ellos los principales voluntarios, recaudadores de alimentos, de servicio médico, de todo lo que pueden dar de sí mismos para hacer sentir bien a los demás; quienes año con año, reúnen a más y más jóvenes para estas causas. Hay jóvenes que se gradúan de la universidad, quienes saliendo ya saben lo que van a hacer, y es impresionante ver a jóvenes que toman su mochila con los medicamentos necesarios y se van a las zonas más alejadas para brindar el apoyo necesario; jóvenes que se quitan el alimento de la boca por dárselo a niños que sufren de desnutrición, porque saben que ellos pueden aguantar el hambre de regreso a casa, pero ellos sufren una constante hambruna. Es maravilloso ver que se sumen más jóvenes a estas causas, que vayan de visita a los lugares más pobres para ayudar en lo que necesiten, desde alimentos, vestimenta, hasta botiquines de emergencia.
En Chile, un bachillerato que iba año con año a una comunidad donde se encontraban en extrema pobreza, llevaban cosas muy básicas que para ellos les ayudaba en mucho, y cierta vez, cuando se dirigían de regreso al colegio, un carro donde el conductor iba ebrio, los chocó y murieron 30 jóvenes, quedando más heridos. Y los padres de esos jóvenes, decidieron hacer una campaña donde decidieron que lo mejor que podían hacer para honrar a sus hijos, era ayudar a hacer conciencia a los demás jóvenes de los riesgos de las bebidas alcoholizadas, pero no fue todo, sino que no dejaron de ayudar a esa comunidad, y después de 5 años, honraron ese día del accidente como el día de la solidaridad, y año con año, jóvenes se reúnen para un evento de gran escala donde el objetivo es recaudar lo más que se pueda para llevarlo a las comunidades marginadas, y lo mejor es que todos son voluntarios, y llegan artistas reconocidos a esta causa, igualmente voluntarios, y el pase es llevar algo de la lista que se tiene predeterminada para ayudar a los más necesitados.
En este caso, no se puede hablar de desinterés, cuando los jóvenes son los protagonistas principales actores del compromiso social, son los interesados en temas que afectan a todo el mundo, son personas empáticas que pretenden hacer felices a otros, y que con una sonrisa están por bien servidos. Los jóvenes de hoy se preocupan por lo que acontece en el mundo, y si uno les preguntara si gustarían ayudar o ser voluntarios de una campaña social, no lo pensarían mucho, porque son personas que se atreven a hacer el cambio, se atreven a ser personas que los mueve más el corazón que los prejuicios sociales, donde cada uno no piensa sólo en sí mismo, sino piensa en qué le puedo ayudar al que está a lado mío.
La vida es tan maravillosa, que el sólo hecho de ayudar a los demás nos llena en espíritu, y es que universidades como Harvard, han demostrado que el ser empáticos y solidarios nos hace personas más felices, que científicamente producimos una hormona que nunca en la vida se podrá producir en los centros más especializados, y es que tiene que ver con el alma. Una persona que se preocupa por los demás, ayuda a su prójimo, tiene menos probabilidad de sufrir de enfermedades cardiacas, se encuentra en armonía consigo mismo y con los demás, duerme mejor y cada mañana se levanta con el ánimo para seguir adelante y disfrutar con los demás eso que se llama felicidad.
La manera de trascender en la vida es precisamente mediante la solidaridad, mediante el compromiso social, cuidar el organismo de vida más pequeño, ver la belleza que Dios ha puesto en todas sus creaciones y poder sentirnos plenos al ayudar a nuestro hermano. La mejor forma de trascender es dejar a un lado los prejuicios y centrarnos en cómo podemos ayudar a la sociedad a que se conforme de una manera más unida, sentir ese amor y compartirlo, compartir todas nuestras emociones y experiencias, el dar esa confianza de “ven, estoy aquí para ti, incondicionalmente”. Todo esto lo podemos empezar desde casa, desde nuestra propia comunidad, reflejando todos los valores que nos han enseñado.
Finalmente, a lo largo de este ensayo se ha podido comprobar que los jóvenes son los principales actores de solidaridad en el mundo. Se habló sobre el compromiso social que se busca día con día y se demostró que el apelativo de “desinteresado” acuñado a los millennials está descartado ante todos los hechos de solidaridad que existen. Queda la cuestión de ¿podemos lograr que más personas de todas las edades puedan unirse a campañas sociales?
Referencias:
Sitio Oficial de Bernardo Kliksberg. (S/f). Biografía Dr. Bernardo Kliksberg. Consultado 11/05/2017 a las 4:23 a.m. Recuperado de: http://bk.sourcingup.com/biografia-dr-bernardo-kliksberg/

Kliksberg, B. (2017). Conferencia Magistral del Dr. Bernardo Kliksberg. Conferencia llevada a cabo en UPAEP Campus Central, Puebla.

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